jueves, octubre 26, 2006

Cúmulo de despropósitos y catástrofes (2)

LEY DE MURPHY
Si algo puede salir mal, saldrá mal.

Corolarios
Nada es tan fácil como parece.
Todo lleva más tiempo del que usted piensa.
Si existe la posibilidad de que varias cosas vayan mal, la que cause más perjuicios será la única que vaya mal.
Si usted intuye que hay cuatro posibilidades de que una gestión vaya mal y las evita, al momento aparecerá espontáneamente una quinta posibilidad.
Cuando las cosas se dejan a su aire, suelen ir de mal en peor.
En cuanto se ponga a hacer algo, se dará cuenta de que hay otra cosa que debería haber hecho antes.
Cualquier solución entraña nuevos problemas.
Es inútil hacer cualquier cosa a prueba de tontos, porque los tontos son muy ingeniosos.
La naturaleza siempre está de parte de la imperfección oculta.
La madre Naturaleza es una perra.

Es cierto, parece que todo está en mi contra. Cuando porfin conseguí dormir una noche entera sin despertarme como consecuencia de las pesadillas de los spammers, todo volvió a salir mal. Un mal gesto, una acción desafortunada, una tecla mal pulsada hico que pasará por delante de mi la vida como una película. Pensé que documentos necesitaría ahora para apuntarme al paro. Y es que alguien había borrado una carpeta con todos los proyectos y campañas de la empresa. Todo. No había nada vivo. Suerte que, días antes descubrí que, por una confusión muy confusa, alguien había deshabilitado las copias de seguridad de los datos en al mes de agosto y puse remedio. Las copias del día anterior estaban ahí. Buff!. Bueno vamos a restaurarlas. Y ese es otro dilema. Restaura una copia de seguridad en un disco en el que, por arte de magía ya no hay espacio. Mierda! y ahora qué? Pues nada, manteniendo la calma, conseguí hacer espacio (20 Gb al final). Y a restaurar se ha dicho. Después de un par de horitas de restauración, parecía que todo estaba bien de nuevo, yo conservaría mi trabajo (por el momento) y la gente no me daría la brasa. Pero solo parecía, porque?. Por los putos permisos de los directorios. Pues nada pegate la currada de averiguar cuales eran los permisos que había. Bueno a priori parece fácil, pero cuando la estructura es de más de 18000 directorios, pues se te ponen los pelos como escarpias. Pero que no cunda el pánico, uno aún se acuerda de las clases de programación en bash y consigue reestablecer los permisos de forma recursiva, en 18000 directorios y en 5 segundos de proceso. Si es que soy una máquina pensé. Si señor. Pero ahí no acaba todo. ¿Qué más puede pasar? Pues pasa que todos esos directorios tienen un puñetero icono asociado, ya que las estaciones de trabajo son "Güindous" y a la gente le gusta mucho ver los iconitos. Chorradas. Pues nada a ver por que no salen los iconos. Y´en eso estamos, intentando averiguar porque no salen. Pero suerte que he tenido un arrebato de inspiración y creo que ya he encontrado el método para solucionarlo. Ese script tan chulo de 20 lineas de código que reestablece los permisos en 5 segundos, se está convirtiendo en un monstruo de unas 500 lineas de código que si funciona pido un aumento de sueldo, o que almenos me pague la empresa la medicación, porque de esta acabo "estropeao de la cabeza pa los restos".

Seguiremos informando.

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