No salgo más....
Típica frase que se suele decir después de una noche de fiesta. No salgo más. Eso digo yo: "No salgo más... hasta el finde que viene". Y es que la noche del viernes fué criminal. Entre el vino, el cava, el champagne y el "güisky" no veas... la pillé muy muy gorda. Eso es lo que tienen las cenas de empresa: borracheras mil, y como me dice un colega: "Nunca desprecias una papa". Pues no, la verdad es que no.
La noche del viernes fué genial, al menos para mi, me lo pasé como pocas veces lo he pasado con compañeros de trabajo. No fué la típica cena de empresa a la que vas por compromiso, o al menos yo no fuí así. Y creo que todo salió perfecto (salvo el baile de entrada de la comisión de fiestas, que no fué muy... ;-) ).
Uno de los mejores momentos de la noche fué cuando al terminar de cenar, el señor Fabián, Carlos, Víctor y yo empezamos a decir gilipolleces que sin motivo nos hacían mucha risa y no podíamos para de reir, me dolían mucho los riñones, por un lado quería que se acabara porque no podía más, pero por otro quería que siguieran por era la bomba. Aunque ahí no acabó, de camino al Sutton, fuímos en el coche de Víctor: Fabián, Carlos, Hugo, Víctor y yo. Y eso si que fué lo más. 5 tíos borrachos en el coche diciendo gilipolleces, una detrás de otra, con los cristales empañados, dolor de mejillas de Víctor, mi dolor de riñones, Hugo haciendo de las suyas... Madre mía fué impresionante.
La verdad es que estas cenas así hay que repetirlas.
PD: Del momento Sutton ya hablaré en otro post, porque lo merece ;-)
La noche del viernes fué genial, al menos para mi, me lo pasé como pocas veces lo he pasado con compañeros de trabajo. No fué la típica cena de empresa a la que vas por compromiso, o al menos yo no fuí así. Y creo que todo salió perfecto (salvo el baile de entrada de la comisión de fiestas, que no fué muy... ;-) ).
Uno de los mejores momentos de la noche fué cuando al terminar de cenar, el señor Fabián, Carlos, Víctor y yo empezamos a decir gilipolleces que sin motivo nos hacían mucha risa y no podíamos para de reir, me dolían mucho los riñones, por un lado quería que se acabara porque no podía más, pero por otro quería que siguieran por era la bomba. Aunque ahí no acabó, de camino al Sutton, fuímos en el coche de Víctor: Fabián, Carlos, Hugo, Víctor y yo. Y eso si que fué lo más. 5 tíos borrachos en el coche diciendo gilipolleces, una detrás de otra, con los cristales empañados, dolor de mejillas de Víctor, mi dolor de riñones, Hugo haciendo de las suyas... Madre mía fué impresionante.
La verdad es que estas cenas así hay que repetirlas.
PD: Del momento Sutton ya hablaré en otro post, porque lo merece ;-)
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4 comentarios:
Si si, el momento Sutton necesita un post solo para él. Y después la 3ª parte con el camino al desayuno y la búsqueda del taxi.
LA verdad es que si fue memorable. Fue mi primera cena de empresa y valió la pena. Si señor.
La verdad que ver a algunos en el estado tan lamentable en el que iban es impresionante ;-)
Jajajajaja
Pos yo una semano despuos no pudo habla musho que me duelo las mejillas un cacho todavio.
Que risa !!!!!
Viva Suecia.
Eso eso Vivan las Sucias, digo Viva Suecia! jejeje
La verdad es que en 20 minutos nos reímos por todo el año!!!! Hay que repetirlo!
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